Razones por las que aumenta el deseo sexual en verano

En verano, el deseo sexual puede aumentar debido a una serie de factores interrelacionados. Este incremento se puede entender mejor al considerar la influencia del clima, el estilo de vida y los cambios fisiológicos. Aquí te descubrimos razones específicas, junto con información útil y consejos adicionales para que lo entiendas todo mejor.

Durante los meses de verano, el aumento de la luz solar juega un papel crucial en el incremento del deseo sexual. La exposición a la luz solar eleva los niveles de vitamina D en el cuerpo, lo que a su vez puede aumentar la producción de testosterona en hombres y mujeres. La testosterona es una hormona clave en el impulso sexual. Un consejo práctico sería aprovechar el sol de la mañana para obtener estos beneficios sin exponerse demasiado a los rayos UV intensos del mediodía, como leemos en este artículo de GetafeCapital.

El clima cálido invita a las personas a usar ropa más ligera y reveladora, lo que puede incrementar la atracción física entre las parejas. Esta mayor exposición de la piel no solo aumenta la estimulación visual sino que también puede intensificar el deseo sexual. Para aprovechar esta situación, intenta planificar actividades al aire libre, como ir a la playa o a la piscina, donde tanto tú como tu pareja puedan disfrutar de la vista y del contacto físico.

Las vacaciones de verano proporcionan tiempo libre adicional, reduciendo el estrés y permitiendo que las personas se relajen y se concentren en su bienestar y en sus relaciones. El estrés es un conocido inhibidor del deseo sexual, por lo que un período de relajación puede reavivar la pasión. Para maximizar este beneficio, considera planificar escapadas románticas o días libres dedicados a actividades que ambos disfruten.

La actividad física al aire libre se incrementa durante el verano. Hacer ejercicio libera endorfinas, que son neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y pueden aumentar el deseo sexual. Además, estar en mejor forma física también puede aumentar la autoestima, lo que a su vez puede hacer que te sientas más deseable. Un consejo es incorporar actividades como el senderismo, el ciclismo o incluso el yoga en pareja en tu rutina veraniega.

El calor puede aumentar la producción de feromonas, sustancias químicas naturales que emite el cuerpo y que pueden atraer sexualmente a otros. Aunque el efecto de las feromonas en humanos no es tan fuerte como en otras especies, sigue siendo un factor a considerar. Para potenciar este efecto, mantén una buena higiene y utiliza fragancias ligeras que complementen tu olor natural.

El verano también trae consigo una mayor disponibilidad de frutas frescas y alimentos ligeros, que pueden mejorar la salud general y la circulación, ambos factores importantes para el deseo sexual. Alimentos como las fresas, el aguacate y las almendras son conocidos por sus propiedades afrodisíacas. Incluye estos alimentos en tu dieta diaria para mejorar tu libido de manera natural.

La mayor cantidad de horas de luz solar puede regular el ritmo circadiano, ayudando a las personas a dormir mejor y a sentirse más descansadas. Un buen descanso es fundamental para mantener un deseo sexual saludable. Asegúrate de mantener una rutina de sueño consistente, incluso en verano, para disfrutar de estos beneficios.

Las festividades y eventos sociales son más frecuentes en verano, lo que puede aumentar las oportunidades de interacción social y, por ende, de encontrar y conectarse con posibles parejas sexuales. Para aquellos que están solteros, asistir a fiestas, conciertos o eventos comunitarios puede ser una excelente manera de conocer gente nueva.

El verano es una temporada en la que muchas personas se sienten más felices y optimistas debido al buen clima y a las actividades recreativas. Este estado de ánimo positivo puede traducirse en un aumento del deseo sexual. Para mantener esta energía, participa en actividades que te hagan sentir bien y que te conecten con otros, como deportes en equipo o clases de baile.

El sudor producido por el calor puede actuar como un afrodisíaco natural. El sudor contiene compuestos que pueden ser atractivos para otras personas, potenciando la atracción física. Sin embargo, es importante mantener una higiene adecuada para que el sudor no se convierta en un inconveniente. Considera duchas refrescantes y el uso de productos que controlen el olor sin eliminar por completo la producción natural de feromonas.

La vitamina D no solo se obtiene del sol, sino también de alimentos como el pescado graso, los huevos y los lácteos fortificados. Esta vitamina es crucial para mantener los niveles de energía y la salud general, ambos importantes para el deseo sexual. Durante el verano, intenta combinar la exposición solar con una dieta rica en vitamina D para obtener el máximo beneficio.

El cambio de rutina durante el verano puede romper la monotonía, lo que puede reavivar el deseo sexual. Probar cosas nuevas, como una escapada espontánea o una cena al aire libre, puede añadir un toque de emoción y novedad a la relación, estimulando el deseo. Aprovecha el verano para experimentar y salir de la rutina habitual con tu pareja.