Tipos de barreras de parking: características y funcionamiento

El diseño de parkings incluye la consideración cuidadosa de las barreras, que son esenciales para controlar el acceso y mejorar la seguridad. Existen varios tipos de barreras, cada una con sus características, funcionamiento, nivel de seguridad y aplicaciones ideales, que se integran armoniosamente en el entorno de un parking.

La elección de la barrera adecuada depende de una combinación de factores, incluyendo el nivel de seguridad deseado, el volumen de tráfico, la necesidad de flexibilidad y la integración con el entorno general del parking. Cada tipo de barrera tiene su lugar en el diseño de un parking, contribuyendo a crear un espacio seguro, eficiente y accesible.

Barreras de brazo

Las barreras de brazo son quizás las más reconocibles y comunes en muchos parkings. Están equipadas con un brazo largo que se levanta para permitir el paso de vehículos. Son relativamente simples en su operación, utilizando mecanismos de motor eléctrico para mover el brazo hacia arriba y hacia abajo.

Aunque proporcionan un nivel de seguridad básico al controlar el acceso, su principal ventaja es la facilidad de uso y la rapidez de operación, lo que las hace adecuadas para instalaciones con alto volumen de tráfico, como aparcamientos comerciales y corporativos (fuente de la información: MurciaEconomía).

Barreras de cadena

Las barreras de cadena ofrecen una solución flexible, donde una cadena se extiende entre dos puntos para bloquear el acceso. Estas barreras son menos comunes pero útiles en situaciones donde se necesita una barrera física que pueda ser fácilmente removida o reconfigurada.

Aunque su nivel de seguridad no es tan alto como otras opciones, son ideales para parkings temporales o para controlar el acceso a áreas específicas dentro de un parking más grande.

Barreras de bolardos

Las barreras de bolardos, que pueden ser fijas o retráctiles, ofrecen un alto nivel de seguridad. Los bolardos fijos son pilares permanentes que impiden el paso de vehículos, ideales para proteger zonas peatonales o áreas sensibles.

Los bolardos retráctiles, por su parte, pueden hundirse bajo el suelo para permitir el acceso cuando sea necesario, combinando una fuerte presencia física con la flexibilidad operativa. Su robustez los hace adecuados para instalaciones que requieren una seguridad elevada, como áreas gubernamentales, bancos y embajadas.

Barreras automáticas subterráneas

Las barreras automáticas subterráneas, que se esconden completamente bajo la superficie cuando no están en uso, proporcionando una solución discreta y altamente segura.

Su operación es más compleja y costosa, lo que las hace más adecuadas para instalaciones de alta seguridad o de alto perfil, donde la estética y la integración con el entorno urbano son críticas.

Barreras de control de acceso electrónico

Las barreras de control de acceso electrónico, como los sistemas RFID o de reconocimiento de matrículas, ofrecen un alto nivel de seguridad y conveniencia, permitiendo el acceso sin contacto físico.

Estas soluciones son ideales para parkings de larga estancia o de acceso restringido, donde el control de acceso y la seguridad son primordiales.